Por eso todos deberíamos tener un perro en la oficina
Esta es Elli, mi perra. Junto a muchísimos otros perros, figura ahora en el mapa de la asociación alemana de perros de oficina (Bundesverband Bürohund e.V.).
La asociación promueve la idea de llevar a los perros a la oficina porque tienen un efecto positivo en la salud de los empleados, reducen el estrés, el riesgo de depresión y de agotamiento. También se dice que motivan a los empleados y mejoran el ambiente de trabajo.
En la página web de la asociación hay explicaciones e información científica, por ejemplo, sobre la relación entre la convivencia con los perros y la liberación de la hormona de la felicidad, la oxitocina.
No sé si es por eso, pero Elli también me facilita el trabajo diario a mí.
Después de pasarme todo el día sentada delante del ordenador, Elli ya está deseando que la saque a pasear y consigue así que tome un poco de aire fresco y ordene mis pensamientos… y cuando vuelvo de un agotador trabajo de interpretación, me saluda como si acabara de regresar de dar la vuelta al mundo. Lástima que no quepa en la cabina; estoy segura de que también nos ayudaría a no estresarnos tanto allí dentro.